martes
lunes
Aunque tú no lo sepas...
conozco de memoria todos tus calcetines por el suelo y la camiseta esa que tanto te gusta, con el agujero en el lado derecho y unas letras que casi no se ven. Tu pijama, el que desaparece cuando llego yo. La bici de cuando eras pequeño y te gustaba el pimiento, no como al resto de niños de tu clase. Los apuntes manchados de café los domingos por la noche y las llamadas a las cuatro de la tarde, solo para despertarme de la siesta. El ordenador que te recuerda los mildoscientostres iconos sin usar que tienes y el cepillo de dientes que me has pedido que deje en tu casa. Tu cara de pocos amigos si duermes menos de 6 horas, y la de tevoyacomer, notevayas, teecharíademenossinovolvieras. El vaso con la flor del otro día, el bar de siempre y las cosas que no me dices. ¿Ves? Yo también sé inventar historias.
Chimpún.
jueves
miércoles
Glosas a Heráclito
"Se engañan los hombres acerca del conocimiento de las cosas visibles"
Heráclito
1
Nadie se baña dos veces en el mismo río.
Excepto los muy pobres.
2
Los más dialécticos, los multimillonarios:
nunca se bañan dos veces en el mismo
traje de baño.
3
Nadie se mete dos veces en el mismo lío.
(Excepto los marxistas-leninistas).
4
Nada es lo mismo, nada
permanece.
Menos
la Historia y la morcilla de mi tierra:
se hacen las dos con sangre, se repiten.
(Ángel González)
martes
Ese chico triste y solitario
Por eso lo primero que hice nada más llegar a Madrid fue ir al Penta, esperando encontrarme -qué menos- alguna de esas canciones.
Y sonó, claro que sonó.
Un día cualquiera no sabes que hora es...
lunes
la vida
La vida, a veces, se pone estupenda:
te llama un viejo amor, o por la calle
te sonríe una niña.
Es como si, de pronto, el mundo se vistiera
de sol y primavera.
La vida, en ocasiones, se abre como una caja
y te muestra el poema de un viejo con su nieto,
la joven que de pronto
descubre que los besos son los tragos del día,
o te encuentras, perdido en los cajones,
el mapa del tesoro.
Es, a veces, la vida, igual que un calendario
sin las fechas tachadas,
como los viejos cines con olor a ozopino,
lo mismo que palabras como azúcar, tomillo,
chocolate o merienda.
Y piensas que este mundo no es tan malo y tan negro.
Que se puede escribir algún verso perdido
o coger el teléfono
aunque sea de una empresa de marketing directo
y contestar, amable, cosas que no te importan.
Y deseas entonces creer en estas cosas,
aunque sepas
que al instante siguiente
corres el riesgo cierto de que alguien o algo
(Rodolfo Serrano)
domingo
Alberto García-Álix
(Autorretrato con mocasines, 1988)
(Autorretrato)
"Fotos y más fotos que dejan tras de sí un eco. El eco de mis pasos. La fotografía es un certificado de presencia. De ausencia. La fotografía es iconografía de muerte. Está en su naturaleza. En ella ya no somos como somos. Somos como éramos."
viernes
Mi ciudad ideal.
Mi ciudad ideal no es de paja, ni mucho menos tiene aspecto esponjoso. Tampoco es de corcho (aunque se me pasó por la cabeza al acordarme de las casitas para el belén que hacía de pequeña en navidad). Mi ciudad ideal la imagino aquí y ahora, no en el siglo XII ni en el 2135.
No es ni muy grande, ni muy pequeña, puede uno perderse por las calles sin que le vayan a reconocer a la vuelta de cada esquina (eso a veces puede resultar molesto), aunque si se quiere, se puede encontrar fácilmente la compañía de conocidos, porque los sábados todo el mundo se reúne en la misma plaza. Incluso están los amigos a los que llevas mucho tiempo sin ver, ahora se han mudado y estais juntos como cuando lo pensaste al acabar el instituto.
En mi ciudad ideal no hay mar, no hay costa pero está muy cerca, a 20 minutos en autobús (además el transporte público funciona muy bien). Los edificios son como en todas partes, hay chalets, hay pisos, hay oficinas, hay gasolineras, hay panaderías y tiendas de flores. Y también hay coches, aunque el carril bici está por toda la ciudad y a nadie le interesa respirar mucho humo.
El río está a la vuelta de la esquina, eso sí, por eso en verano cualquier día acabas viendo salir el sol desde la orilla. Todos los inviernos llega a nevar algún día pero en verano uno puede tomar mucho el sol, y dormir bien. Además hay un parque grande en cada barrio, con columpios y muchos árboles. Y puedes tirar las migas el mantel por la ventana, porque la vecina del tercero no te odia.
Es como tener las dos ciudades en las que vivo en una, como tener todas las ciudades en una, y estoy tan a gusto que no tengo necesidad de salir corriendo para cambiar de aires.
jueves
Lo que dices de mí.
lo que digo de tí te obliga a contestarme:
de tanto tú venir hasta mi casa,
de tanto yo acudir hasta la tuya
se va abriendo un camino.
y dice lo que dices y dice lo que digo.
si lo miras atento es el de siempre,
si lo miras atento y además
permites que el camino te observe atentamente
cada día es distinto.
(Jesús Aguado)