miércoles

Me despierto pensando en el mar.



He dormido tres horas y me despierto pensando en el mar. Y en esa relación amor-odio que tengo con él. Desde aquí puedo verlo, me lo sé de memoria. Creo firmemente que casi todo lo que existe, existe por el mar. Las rocas, los cangrejos, los paseos infinitos. La tierra, sobre todo esta, existe por el mar.

Esta tierra que está por todas partes, siempre interpuesta entre alguien y alguien. Aunque es precisamente la que hace que se te acelere el corazón un julio cualquiera cuando ves aparecer esa franja azul en el horizonte. Esa línea que te dice que hay verano de sobra, siempre, para todo. Y más cuando te escapas una mañana cualquiera, sin planear nada.

Siempre hay días largos y noches bonitas, y otras no tanto, y qué. Tampoco sé por qué hoy me he despertado pensando en el mar.

martes


Si me escapara de verdad, sería para llegar a algún desierto.

domingo

¿Pero quién quiere que se pare el mundo para bajarse? Yo quiero que gire a toda velocidad, marearme de vivir.

martes

Lo mejor de cuando yo terminé Selectividad es que cruzando la carretera estaba el río. Y tres días después, cruzando unos kilómetros, el mar. Aunque yo prefiero una ciudad sin mar, para poder echarlo de menos. Me gustan las ciudades con el río muy cerca, al cruzar la carretera. Si has probado una ciudad con río, luego ya tienes que volver algún día del resto de tu vida, es obligatorio. Porque se toma el sol encima de las piedras, como las lagartijas, y el agua te corta la respiración y te deja los dedos morados, y eso, al final, es adictivo.

Si vives en una ciudad con río, no faltan las escapadas a las 6 de la mañana, ni las cervezas de cualquier noche de martes a la orilla. Al final eso es lo que te hace recordar todos los veranos. En las ciudades con río, tienes que atreverte a saltar desde una roca, y al final siempre te atreves. También hay cangrejos.

Prefiero una ciudad con río, esa ciudad con río, que una con mar.
Al soñar se ve exactamente como se ve. Al despertar se ve por intuición, porque se sienten girar con el mundo las cosas.

domingo

Ser un instante.


La certidumbre llega como un deslumbramiento.
Se existe por instantes de luz. O de tiniebla.
Lo demás son las horas, los telones de fondo,
el gris para el contraste. Lo demás es la nada.


(Rafael Guillén)