viernes

Mi segundo vaquero favorito se ha ido. Tiene mucho trabajo y creo que un poco de miedo. Yo prefiero pensar que ha sido que, yendo hacia el Oeste, con el sol de cara, eligió la ruta que no era. Esas carreteras infinitas, tan llenas de cadáveres y de nada, a veces son traicioneras. Lo mismo ha encontrado indios.
Mi segundo vaquero favorito en realidad es un disparalatas, pero cuenta muy bien las historias. Y además es el primer vaquero que me ha besado.