viernes

Que nos jodan.

Me parece VERGONZOSO que un pueblo “reaccione” porque una diputada grite un “que se jodan” en el Congreso. Qué significan si no el resto de aplausos, qué significan si no todas las medidas que están tomando en beneficio de todos ellos y nadie más, qué significan si no todos estos recortes. QUE NOS JODAN. No debería ser necesario que alguien lo gritara. ¡Pero si nos lo están estampando constantemente en la cara! “El ¡que se jodan! de Andrea Fabra incendia Twitter”, y ese es el problema, que sólo incendia eso, y poco rato. Me avergüenza vivir en un país que no reacciona ante absolutamente nada que no sea fútbol, donde, después de hervir Twitter pareciendo que sí, un poco la revolución, todo el mundo se queda ahí, en Twitter. O en la terraza. O fumándose un cigarro. Pero pasando, como buen español español español. Me parece vergonzoso un país donde se vuelve a ver como normal que la policía dé hostias por “mantener el orden, por el bien común”, donde te fichan y te cae una multa de 300 euros porque más de veinte personas se reúnan en la calle (a no ser que sea para hacer el paleto con la cara pintada con su bandera) mientras se permite que gente trabaje sin cobrar y que la banca se embolse miles de millones a costa de gente que tiene cada vez menos. Pero sobre todo me avergüenza un país que no es capaz de reaccionar ante la evidencia. No sé si os habéis parado a pensarlo pero la gente está triste, la gente, realmente, está mal. Aunque empiezo a pensar que no, que no os habéis parado a pensarlo. Lo tenemos todo sí, el clima, los paisajes, la gente, el buen humor, la alegría de vivir. Pero no tenemos lo que hace falta: cojones. Ni por lo visto el orgullo del que muchos presumen. Al final nos quedaremos sin todo. Nos lo merecemos. Nos dicen “toma, come mierda” y nosotros solitos abrimos la boca y masticamos. España, púdrete.

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