Como hacía tiempo que no pasaba una resaca tan sola, me he puesto a pensar. Y me ha dado miedo haberme convertido en una persona de esas que dan abrazos sin prestar atención. Los abrazos son una cosa muy importante. El caso es que me da miedo ser de esa clase de persona que no pega hasta el último milímetro del cuerpo al cuerpo de la persona a la que abraza. De las que no aprietan. Así que me he propuesto empezar a abrazar bien y punto. Y a dejar que me abracen.
Me encanta tu nuevo plan. Creo que me apunto.
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