Es…curioso -piensas. Nada de lo que haces parece tener nada que ver con lo que habías planeado pero y qué. Nadie lo entiende y aun así te sirve.
Es bonita la foto del libro ese que te compraste por unas cuantas monedas que llevabas en el bolsillo. Encontraste la foto de un beso muy de cerca y por casualidad, exactamente como son los besos que te gustan. Mira qué coincidencia. Y suena esa canción. Pero mejor la apagas para quedarte en silencio, al borde de la cama grande. Así, quieta. Tan quieta como cuando se te acerca y, aunque no lo note, dejas de respirar un segundo.
Tan quieta como toda la habitación la mayoría de tus domingos lentos.